Un deportista austríaco de 43 años, Felix Baumgartner, conocido por ser el primero en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre y por sus saltos desde monumentos tan conocidos como el Cristo Redentor de Brasil, ha resistido las pruebas previas, con simulaciones a gran altitud.
Baumgartner tratará de batir cuatro récords al mismo tiempo establecidos hace medio siglo: el vuelo en globo tripulado más alto, el salto desde la mayor altitud, ser la primera persona en romper la barrera del sonido en caída libre y la caída libre de mayor duración (5 minutos y 30 segundos).
Un salto no exento de riesgos para Baumgartner, quien saltará desde un globo que le llevará hasta la estratosfera. De hecho, en el salto de prueba efectuado el pasado mes de julio desde una altura de 29.610 metros generó desperfectos en la cápsula que le elevó hasta allí.
Algunos de los riesgos fueron:
- Colisionar con las ondas de choque provocadas al superar la barrera del sonido. El choque supondría un golpe parecido al de una explosión.
- La baja presión. Puede causar problemas cerebrales, oculares y cardiovasculares.
- La exposición al vacío. Incluso durante poco tiempo puede provocar que la sangre hierva.
- Súbita descompresión. Puede causar problemas pulmonares y arteriales, así como obstrucciones auditivas, mareos y dolores gastrointestinales.
- Frías temperaturas. Pueden ser un problema tanto para Baumgartner como para su equipo. También el calor excesivo del sol puede ser un riesgo, ya que la radiación ultravioleta es 100.000 veces más fuerte de lo habitual para un ser humano a 36.000 metros.
- Viento. Una racha fuerte de viento puede generarle mareos y romper su globo.
- Problemas técnicos. La mayor preocupación para Baumgartner y su equipo es que el traje se raje o que el paracaídas se despliegue de forma accidental.